La visión  

El líder siempre es el primero en entender una problemática, en clarificarla y en decidir la mejor alternativa de solución.  Los grupos y las masas generalmente no poseen la visión de largo alcance que les permita identificar sus propias necesidades, muchas veces requieren de alguien que les ayude a identificar todas las posibles implicaciones de un asunto y a clarificarlas de un modo entendible y que se pueda comunicar adecuadamente. Es común que el líder deba actuar con sentido de responsabilidad al tomar una decisión, afrontando las consecuencias o riesgos de un eventual fracaso.

El líder, por lo general toma bajo su responsabilidad los espacios que dejan las indefiniciones de otros, en el entendido de que al asumir responsabilidades ajenas, se adquiere ascendencia sobre las personas beneficiadas. Con frecuencia la gente evita tomar decisiones y asumir compromisos; es más cómodo abandonarse a los designios de alguien más a quien se pueda responsabilizar de fracasos o decisiones no acertadas. Quien asume esa responsabilidad inicia el camino al liderazgo.

La protección

El líder ofrece protección. Los señores feudales adquirían el control de sus vasallos y autoridad moral desde el momento en que garantizaban la protección sobre las incursiones de bandoleros, ejércitos enemigos e incluso sobre catastrófes naturales. El señor feudal almacenaba granos en sus bodegas para repartirlos entre sus siervos cuando ellos perdían sus cosechas por fenómenos metereológicos adversos.

La cobertura y protección ante eventos o momentos dificíles siempre será un atributo básico que contribuye a la creación de un líder.

Las habilidades de comunicación

Las habilidades comunicativas son fundamentales para lograr generar expectativas ricas en potencial persuasivo. Quien sabe trasmitir sus ideas de un modo claro, comprensible y persuasivo logra integrar consensos y voluntades grupales en apoyo de sus proyectos.

La persuasión es el sustento en principio, del liderazgo de opinión, después, del liderago moral y, por último, del liderazgo con control social.

El carisma

El carisma permite generar la realización del fenómeno de empatía y reconocimiento y estimula la subordinación, pero el mejor camino para generar liderazgo es la enseñanza. Cuando logramos que alguien aprenda a hacer algo a través de nuestra guía, se establece un vínculo de dependencia que subsiste generalmente aún al paso del tiempo. Esto no solo es aplicable al desarrollo de habilidades, sino también al descubrimiento de otros modos de interpretar la vida o de una nueva visión respecto a determinado asunto.

El servicio

Podríamos resumir la dimensión del liderazgo como una misión de servicio social que genera poder para quién lo ejerce. El control a través del liderazgo siempre se inicia sirviendo al prójimo, volviendose indispensable para él y generando dependencia; la gente cede su independencia de criterio a quién le garantice comodidades y beneficios.

El servicio inevitablemente retribuirá poder, prestigio y liderazgo para quien invierte tiempo y esfuerzo sirviendo a la sociedad.